Una de las cualidades cautivadoras del trabajo fotográfico de Lempert es precisamente su capacidad para superar la presencia del aparato fotográfico. La forma en que observa el mundo y presenta su trabajo es tan modesta y generosa que deja de tener importancia si la cámara estaba o no allí. Es su mirada, su mente, la que capta y realiza las fotografías con total libertad, una capacidad de experimentación sin restricciones y una sensibilidad arraigada en inquietudes atemporales.

Después de un riguroso proceso de edición, durante el que las fotografías pueden amontonarse en su estudio durante años, Lempert cuelga el trabajo acabado sin marco y sin paspartú. Las pega con cinta a la pared de la galería de tal modo que los bordes a veces se levantan de la superficie. El papel que usa tiene una textura ligeramente algodonosa, que da a cada foto un efecto más suave; incluso las imágenes con un enfoque más nítido parecen, a primera vista, dibujos a carboncillo o bocetos a lápiz meti-culosamente detallados. En un mundo de impresiones a color del tamaño de una valla publicitaria, las propiedades materiales del trabajo de Lempert revelan una sensibilidad enraizada en preocupaciones atemporales.  

En el estudio, en la galería. Brian Sholis. Texto publicado en libro Relación (2018).

La búsqueda de una “imagen” no singular a favor de los vínculos entre imágenes permite expresar la verdadera dimensión de la obra de Lempert. En su universo todo es sujeto y como tal, es a través de una constelación de imágenes como se visualiza mejor la diversidad y riqueza del mismo. Visible Light es un excelente ejemplo de ello. Un conjunto de nuevas obras se muestra a lo largo del muro principal de la sala de exposición de forma no lineal, como un grupo expandido. Solo un muro y dos vitrinas en las que la propuesta visual y conceptual asociativa de Lempert, continúa. Una fotografía lleva a otra y luego a otra y luego a muchas... en una especie de juego entre luz y sombra, brillo y oscuridad, transparencia y opacidad, atmosférico y compacto. Y muchas más ideas que el observador puede descubrir. Cruda y directa, simbólica y sofisticada al mismo tiempo, la exposición de Lempert es una presentación rica, precisa pero cambiante, en evolución y nunca cerrada, cualidades que pueden aplicarse por igual al arte y la ciencia. El arte de Jochen Lempert muestra esta coherencia con resultados fascinantes.

Extracto del texto de Patrizia Dander: "En Untitled (Camouflage) [Sin título (Camuflaje)] (2016), la flor blanca de una enredadera se yergue de manera casi hiperrealista desde la sombra que proyecta el torso de Lempert sobre la hojarasca. La sombra hace visible la compleja maraña de plantas, mientras que la parte iluminada por el sol parece un muro espeso. Las sombras fotografiadas, por definición, documentan la ausencia de la presencia (del cuerpo u objeto que proyecta la sombra). Pero las fotografías de Lempert van un paso más allá. Muestran situaciones en las que la ausencia genera una presencia, la del motivo creado o hecho visible gracias a la sombra, una presencia que acontece a través del propio medio".