La siguiente selección de obras se ha realizado a partir de la noción de “imágenes escondidas”. Todos los trabajos presentados reflexionan sobre cómo miramos, pero especialmente sobre cómo pasamos por alto determinados detalles. Imágenes ocultas que se revelan mirando lo que hay en el fondo, lo que está en un segundo plano, secundario. Imágenes que resultan de fragmentos recortados de otras fotografías o que surgen al colocar dos fotografías una al lado de la otra. O bien imágenes que son evocadas por una ausencia. Una pequeña propuesta sobre diferentes formas de mirar aquello anodino, invisible o imperceptible, jugando con los límites de la representación y de la imaginación.

Desde finales de los 90, Peter Piller (Fritzlar, Alemania, 1968) se enfrenta a uno de los rasgos más definitorios de la llamada era de la información: el impulso a la creación y desarrollo de archivos.

En los proyectos Blicke y Bereitschaftsgrad juega con el diálogo entre imágenes provenientes de las mismas fuentes, revistas especializadas en el mundo militar. Piller nos muestra la relación entre lo bélico y lo sexual, entre la retórica de la fuerza masculina y la forma de mirar.

La repetición y la variación vuelven a ser factores clave en la experiencia de las obras de este artista. Si la repetición funciona aquí como un aniquilador de la narración, es decir, como el elemento que nos permite saber de inmediato que no se está contando una historia, la variación es, en cambio, el factor que nos permite concentrarnos en las ligeras diferencias que estas imágenes llevan consigo: los detalles menores a través de los cuales se muestra el aparato ideológico de una revista de utilería militar.

Combinando enfoques fotográficos conceptuales, personales y de archivo, Iñaki Bonillas investiga la materialidad y la profundidad semiótica del medio. Bonillas aborda la historia cultural de la fotografía para resaltar el comportamiento estructural del medio y su relación con la creación de identidad.

El proyecto A Storm of Secondary Things parte de la idea de la “secundaridad”, el artista se sumerge en el archivo fotográfico que heredó de su abuelo, a la caza de fotografías en las que suceda algo interesante en el fondo. Personas y objetos que no formaban parte de la acción principal, que pertenecían a un paisaje secundario, un contexto difuso del que el fotógrafo estaba en gran parte desvinculado. Pero a pesar de que no se les prestó atención, ciertamente estaban allí, cumpliendo con su mandato óptico. Hizo entonces lo que sintió que era la conversión lógica: las cosas secundarias deberían ser ahora temas primarios de nuestro interés. Así que reunió un grupo de imágenes con esto en mente, y trabajó con otra idea de "secundarios": los colores. Utilizó para esta serie únicamente los 3 colores secundarios (violeta, naranja y verde) de la paleta básica de pintura: los formados por la combinación de 2 de los 3 colores primarios (rojo, amarillo y azul).

Una de las cualidades del trabajo fotográfico de Lempert es su capacidad para superar la presencia del aparato fotográfico. La forma en que observa el mundo y presenta su trabajo es tan sencilla y generosa que ya no importa si la cámara estuvo o no allí. Es su ojo, su mente, la que capta y realiza las fotografías con plena libertad, una capacidad de experimentación sin límites y una sensibilidad arraigada en inquietudes atemporales.

En este caso, presentamos algunas obras que se centran en fragmentos de otras imágenes del mundo de la pintura clásica y la representación de la naturaleza. Lempert fija nuestra mirada en los detalles imperceptibles, en los gestos mínimos de los personajes y en la sensación de movimiento de la naturaleza pintada. A partir de una imagen, Lempert evoca otras imágenes, que bien podrían remitirnos directamente a la pintura original, mostrándonos algo que estaba oculto, o llevarnos a una imagen completamente autónoma que alude la relación entre la naturaleza y lo humano.

La voluntad de ver más allá del mundo visible circundante guía el trabajo de Dauder. La artista intenta capturar lo que es extremadamente difícil de retener: el tiempo, un momento fugaz, una trayectoria efímera, algo sin forma, un lugar remoto. Para ello, utiliza una variedad de medios, desde esculturas, objetos y dibujos hasta películas. La experiencia, la iconografía y la literatura en torno a la cultura del mar también ha sido un referente recurrente en la obra de Dauder.

March 5th 1979 muestra un fenómeno luminoso ocurrido en las Islas Canarias, precisamente en esa fecha, que durante muchos años fue considerado uno de los avistamientos de OVNIS más notables. Hace algunos años se admitió públicamente que fue causado por dos misiles balísticos lanzados desde submarinos de la Marina de los EE. UU que maniobraban cerca de las islas. El incidente ocurrió en dos episodios. El primero comenzó con la aparición de anillos concéntricos que ocupaban un área extensa y el segundo siguió con el desarrollo de una enorme cúpula brillante que desapareció lentamente dejando un delgado rastro de luz en el cielo.

La película se realizó filmando una serie de fotografías tomadas por los testigos desde diferentes puntos del archipiélago. Las fotos fueron re-fotografiadas con diferentes lentes para obtener planos medios y primeros planos extremos, y luego filmadas con una cámara de 16 mm. Aunque la secuencia fue construida siguiendo el orden cronológico del evento, no se percibe una ilusión de movimiento. Nuestra atención, en cambio, se dirige a la imagen en sí, las formas sinuosas y el alto contraste entre la luz y la oscuridad. Las cincuenta y cinco imágenes que componen la película permanecen en pantalla más tiempo del habitual permitiendo una observación atenta y provocando un cierto efecto hipnótico.

https://vimeo.com/781771719

Las obras de Dora García, de naturaleza conceptual, a menudo se basan en la interactividad y la performance. A través de cambios mínimos, se alteran las convenciones y los signos más pequeños se leen como posibles significantes. García actúa cuenta historias (o simplemente las selecciona), desencadena una situación, reclama una narración o nos hace partícipes de un 'juego' ficticio. The Green Door, literalmente una puerta verde, hace referencia a diversas fuentes obtenidas de la cultura popular y de relatos de ficción. Entre estas fuentes, la película pornográfica Behind the Green Door (1972), dirigida por los hermanos Mitchell y basada en la novela de misterio de Mildred A. Wirt Benson que cuenta la historia de una inocente adolescente americana que descubre una puerta secreta que esconde cierta actividad ilegal en un hotel de una estación de esquí. O como The Green Door (1906), el relato corto de O. Henry, donde el autor utiliza la epónima puerta verde como símbolo de una serie de aventuras cotidianas que incitan a los lectores a buscar; Green Door (1956), la canción de Jim Lowe compuesta por Bob Dabis que fue un hit en los años 50 y que describe un establecimiento en el que detrás de una puerta verde, un grupo de gente se reúne para tocar el piano, fumar y reir, pero donde la cantante no puede entrar. Y muy especialmente la narración de H. G. Wells’s The Door in the Wall (1911) sobre el político Wallace que descubre en su infeliz hogar una puerta que conduce a un jardín encantado. El libro sugiere tanto la magia como el peligro de la nostalgia por un tiempo pasado

La puerta verde de Dora García, sin embargo, permanecerá cerrada y no se nos permitirá descubrir qué hay detrás de la misma. Como sugiere la propia García, vale la pena referirse a Jacques Lacan, quien describió lo real como incognoscible e indescriptible, pero solicitando activamente la atención del individuo, a menudo de manera agresiva, como “un golpe en la puerta que interrumpe un sueño”.

Isidoro Valcárcel Medina es un artista clave del arte conceptual en España. Su obra se ha caracterizado por romper con los esquemas más convencionales del arte. Indiferente a las tendencias, se enfoca en crear situaciones, intervenciones, acciones o proyectos, más allá del objeto artístico, que dan cuenta de su actitud comprometida y alejada de los aspectos comerciales del arte. El artista se ha convertido en un referente en el desarrollo de nuevos discursos en la práctica artística.

Patronajes para obras de arte es una sencilla caja de cartón que contiene 34 cartones desordenados con textos cortos sobre posibles obras de arte. Ideas desordenadas que no se alcanzan a leer si el propio espectador no las revuelve dentro de la caja. Isidoro Valcárcel Medina dice, pero oculta a la vez. En uno de los patronajes se lee:

ALGÚN OBJETO ROTUNDO...CON UN HALO.
POR DETRÁS, UN FONDO INCONSÚTIL.
DAR LA SENSACIÓN DE UNA GRAVITACIÓN COMPENSADA.
DEMOSTRAR CÓMO UN SOLO TEMA PUEDE CREAR DIFERENTES PUNTOS DE ATENCIÓN COMPENSADA.
EL TRANSCURRIR HA DE APARECER DE UNA FORMA SOLAPADA, PERO NECESARIA. O SEA, ESPACIO, PERO TAMBIÉN TIEMPO.

Xavier Ribas se dio a conocer a mediados de los 90 con su trabajo sobre la ocupación espontánea de la periferia urbana. Su trabajo fotográfico investiga sitios e historias en disputa, así como geografías de abandono. Sus trabajos recientes toman la forma de grandes cuadrículas fotográficas, que a menudo incluyen texto, materiales de archivo e imágenes en movimiento como formas múltiples y compuestas de examinar asentamientos temporales, sitios de desarrollo y exclusión, territorios fronterizos y geografías de extracción.

La serie "Santuario" trata sobre los lugares donde las trabajadoras sexuales trabajan al lado de la carretera y marcan una geografía melancólica de ruinas antiguas y vidas arruinadas, de trabajadores migrantes y campos de golf, que parecen confluir en tantos paisajes mediterráneos.